Viñeta de 'El Roto' publicada en El País |
En
el imaginario colectivo, con más o menos debate, se tiene una idea
consensuada de la persona que maltrata a menores. Padres
desaprensivos, cuidadores irresponsables, abusadores... Y así una
lista interminable de radiografías repudiadas y señaladas por la
opinión pública. Pero, y ¿cuándo hablamos de maltrato
institucional? Aquí empieza la niebla, los eufemismos, el olvido...
Desaparecen los nombres y apellidos, los gobernantes de las
administraciones públicas repiten su mantra de que los menores en
protección “están bien cuidados” y algunas entidades
privadas que los atienden montan sus campañas publicitarias de
sonrisas blanqueadas. Ambos responsables se parapetan en la
privacidad del menor para imponer un silencio soterrador. Desde
nuestro colectivo, y como consecuencia del conflicto en el COA, hemos
intentado humildemente aportar algo de luz a esta omertá en
el Sistema de Protección de Menores de Aragón. Quienes siguen
nuestras denuncias son conocedores de que próximamente Intress ha
anunciado el desembarco de un director técnico de su confianza en el
COA. Y en la entrada de este blog, mediante un simple ejercicio de
razonamiento deductivo, trataremos de responder esta pregunta: ¿El
próximo director técnico de Intress en el COA puede ser un
maltratador de menores en protección?