En
el teatro de polichinelas del PPSOE los niños y niñas en protección
son el último mono. Son el colectivo más vulnerable de la sociedad
y el que menos renta en cálculos de votos, ya seas oposición o
estés en el poder. No votan, apenas cuentan con colectivos
familiares o sociales que presionen a los partidos. Y, ¿qué decir
de los profesionales? Silbando como si la cosa no fuera con ellos.
En los servicios sociales está muy claro donde invertir y hacerse la
foto para lograr votos. En Aragón, además de la Tercera Edad, se ha
puesto el foco en la dependencia durante los últimos años. Nadie niega la
necesidad de inversión material, económica y humana para atender a
sendos colectivos, pero ¿por qué no reciben el mismo trato los
niños y niñas en protección?
La
consejera Broto, que desde su nombramiento le deben quedar pocas
residencias de mayores en las que fotografiarse, también acostumbra a
cacarear su mantra de la dependencia a la mínima que puede. Esta
vez, con ayuda del PP, lo utilizó en su última comparecencia en
Cortes hablando de Infancia (29 septiembre). Así le ponía el
capote la diputada popular Ana Marín.
Y
así se rasgaba las vestiduras la consejera Broto. ¡Qué seguridad
en su discurso! Y qué rigor para cumplir la ley, justo todo lo que
le falta al abordar a los niños y niña en protección.
Una
de las cosas que también alternan PP y PSOE, cuando gobiernan,
es ese sudor frío y los nervios cuando les preguntan sobre niños y
niñas en protección. Memorable fue la patética intervención de la anterior directora del IASS, cuando la consejera Broto, entonces
oposición, le arengaba y cuestionaba con seguridad y firmeza. El
pasado septiembre, la señora Broto, ya en el poder, titubeaba,
pasaba folios buscando una respuesta que no existía, se trababa,
decía frases huecas... ¿Dónde estaba su seguridad como cuando era
oposición? Aquí un simple ejemplo de su intervención en
septiembre.
Ya
ni siquiera hay rubor en este compadreo de PP y PSOE. La consejera ya lo
dejó bien claro: “Lo más importante en un Parlamento es que todos
nos respetemos como personas”. Ya, luego, si eso respetamos a los
niños y niñas en protección.
¿A
quién le importa si los gastos vitales (sanidad, escolar y
vestimenta) de los niños y niñas del COA se vuelven a subastar en
un concurso de gestión educativa pese a que el IASS tiene su mayor
presupuesto de la historia? Lo importante es que los diputados del PP
y PSOE se respeten como personas y no se rompa el afecto mutuo que se
procesan. Claro, siempre y cuando nos sigan tomando por gilipollas.
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