martes, 15 de diciembre de 2015

El asistencialismo de INTRESS

Viñeta de El Roto - El País

Una vez más, y ya van unas cuantas, escribimos una nueva entrada de nuestro blog para rascar esa mascara de piruleta y algodón de azúcar que teje INTRESS con sus publireportajes. Vamos a tratar de demostrar una vez más como el desembarco en Zaragoza de la entidad catalana coincide con la conversión de un recurso de protección para menores ya de por si precario como el COA en un servicio asistencialista con la connivencia del gobierno socialista de Lambán.

Nuestro punto de partida será la definición de asistencialismo que realiza el pedagogo y filósofo Ezequiel Ander Egg en el Diccionario del Trabajo Social: “Asistencialismo es una forma de asistencia o de ayuda al necesitado, caracterizada por dar respuestas inmediatas a situaciones carenciales, sin tener en cuenta las causas que las generan. Este tipo de asistencia lejos de eliminar los problemas que trata, contribuye a su mantenimiento y reproducción”.

Ahora iremos enlazando las distintos publireportajes que ha colado INTRESS en distintos medios de comunicación desde que se hizo cargo del COA en octubre. Ya hemos realizado tres entradas anteriores advirtiendo de la impostura de esta autodenominada ONG: El TACP de Madrid impidió en 2014 a Intress hacer negocio con tres centros para mujeres víctimas de violencia de género, La herencia recibida de INTRESS y El publireportaje de INTRESS.

A continuación enlazamos versiones de INTRESS que recuerdan a encantadores de serpientes:

3 noviembre - Europa Press. De esta nota de prensa nos quedaremos con dos aspectos para no ser muy extensos. El primero sería el titular de la noticia: “Intress espera que el conflicto laboral del COA se resuelva en beneficio de los niños acogidos”. Ante esta afirmación se interpreta que los educadores están denunciando un conflicto laboral que perjudica a los menores. Manda bemoles, que después de estar un año en huelga y lucha por la atención a los menores y nuestras condiciones laborales vengan encima a culpabilizarnos del actual maltrato institucional que sufren los niños del COA. Y encima utilizan argumentos tan repugnantes como afirmar que “en estos momentos hay 26 educadores para 26 niños”. Vale ya de tanta desvergüenza. Solo un ejemplo, el pasado fin de semana hubo durante el día un ratio de 5 educadores por 23 menores, y un educador menos en el turno de noche. Esta es la realidad, lo de INTRESS es desinformación y cortinas de humo para tapar su capucha de verdugo.

20 noviembre - La Vanguardia (pdf en catalán) entrevista a Pilar Núñez, Directora de Infancia de INTRESS. Emotiva entrevista que nos humedecen los ojos al leerla. Pues esta profesional es la misma que reconoció sin sonrojo alguno en una noticia de Heraldo que INTRESS imponía que los trabajadores del COA renunciaran a su derecho de huelga para poder negociar desde cero. También nos dan ganas de llorar. Vale que venda su sensibilidad en entrevistas personales, pero, por favor, deje de tratarnos como auténticos gilipollas.

7 diciembre - Aragón digital. Publinoticia de la implantación pionera de INTRESS en Aragón con declaraciones de nuevo de Pilar Núñez y de Javier Gómez, director general de INTRESS, que finaliza con su frase culmen: “Con el vínculo que se genera entre niño y educador nos acercamos al objetivo de normalizar al máximo sus vidas desde el respeto que merecen”.

Pues después de semejante atracón de azúcar y unicornios voladores, vamos a ver qué funciones van a desempeñar los futuros educadores del COA en el anuncio de trabajo que publicó a mediados de noviembre INTRESS en la web del Colegio Profesional de Educadores Sociales de Aragón. “Las tareas habituales con los niños y jóvenes son: atención a las necesidades más inmediatas (acompañamientos en la cotidianidad del día a día, servir comidas, higiene personal, el cuidado del espacio, hacer pequeñas curas, administración de medicación, dar apoyo emocional, poner lavadoras con los niños, acompañamiento con vehículos, transporte público y/a pie a los menores para realizar actividades lúdicas, médico, recursos de salud mental, escuelas, ETC. Llevar a los menores a las visitas con los familiares)”.

Salvo la excepción de dar apoyo emocional, el resto de funciones las podría desarrollar sin problema un auxiliar educativo y entrarían claramente en la definición de asistencialismo con la que comenzamos la entrada. No es que nosotros no cumplamos con la mayoría de esas funciones, que lo hacemos. Y tampoco perdemos jamás cualquier oportunidad educativa que tengamos a mano con nuestros menores. Sin embargo, todas ellas distan mucho de conseguir el famoso vinculo del que habla el director de INTRESS.

Podríamos escribir miles de labores profesionales que realizamos con los menores del COA, pero la principal es estar cuando nos necesitan. El problema es cuando no hay educadores para escucharles, para acompañarles y guiarles en sus momentos de angustia, de agresividad, de desconcierto, de pérdida, de confusión, de querer morirse, de intranquilidad, de nervios, de euforia desmedida, de histrionismo, de tristeza, de locura, de impotencia, de ansiedad, de no haber querido nacer nunca... O simplemente de ser abrazados por unos adultos que no les reprochan sus dura y triste existencia, sino que les recuerdan que deben seguir en pie luchando por una vida mejor que merecen. Como llamamos vulgarmente entre nosotros, ayudarles a soportar y vaciar el saco de mierda con el que llegaron a nuestro centro. Y de verdad, ni se imaginan, la impotencia que sentimos al ver que no podemos atender a todos ellos, no damos a basto, no somos suficientes educadores... Nos reímos de la frívola ratio de INTRESS de 26 educadores para 26 menores. Ojalá, ¿dónde podemos firmarla?

No, no, nuestro COA no es el orfanato de Oliver Twist de Charlie Dickens, aquí comen sano y tienen una habitación digna donde dormir, incluso de vez en cuando pillamos a alguno con un móvil. Pero el asistencialismo persiste en el daño emocional del menor. Como filmara Buñuel hace más de medio siglo, sigue vigente el adjetivo de olvidados hacia los niños. Y lo peor de todo es que el Gobierno de Lambán e INTRESS duermen a pierna suelta, satisfechos con esos bonitos y emotivos publireportajes de algodón de azúcar. A nosotros nos empalagan y el dulzor se convierte en bilis.

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