Uno de los comentarios 'ofensivos' que ha
censurado Intress
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Antes
de nada, reconocer la legitimidad que toda persona o entidad tiene en
moderar y decidir qué se pública en sus propios perfiles de redes
sociales. Sin embargo, cada uno queda retratado por sus políticas de
comunicación. Desde que iniciamos nuestra lucha hemos dado difusión
tanto a nuestras denuncias como a la opinión de nuestros
adversarios, el Gobierno de Aragón y las entidades gestoras del COA.
Nos ha tocado muchas veces tragar bilis y tratar de dar
contestaciones argumentadas y mesuradas ante decisiones execrables,
que a nuestro juicio conllevan maltrato institucional tanto para los
menores del COA como para los educadores que los atienden. Si no
fuera así, cercenaríamos de raíz cualquier tipo de credibilidad a
nuestras difusiones, informaciones u opiniones. Y que conste, que si
algún día se publica en nuestras redes insultos o acusaciones
querellables serán retiradas. Pero ello no impedirá jamás el
debate, escuchar lo que no nos gusta, aceptar y crecer con las
críticas, y todas aquellas actitudes que sostienen el pensamiento
crítico. Esto no es nada extraordinario, es uno de los principales
fundamentos que tratamos de transmitir a los niños y niñas que
atendemos.
Otro de los comentarios informativos censurados
por Intress
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Por
su parte, Intress ha optado por comprarle la tele de plasma a Rajoy.
Siguen pensando que el débil es imbécil y tratan de evitar que
acceda a la información, y lo que es peor, que piense. No existe
debate, ni preguntas, ni criticas que hacer, Intress es así de guapa
porque sí y punto. Te regala unas orejeras de burro que huelen a
nube, y camino recto, todo para adelante, no escuches lo que dicen
los radicales, los locos, los maleducados... Ojo, nos os distraigáis
con tonterías, que vienen los bárbaros. Es tal el ejercicio de
cinismo de Intress que entre sus valores que destaca en su web
oficial se encuentra la “Permeabilidad, como capacidad de
incorporar, asumir, empatizar e incorporar nuevas opiniones,
corrientes e ideas sin perder la propia identidad”. Por favor,
no dejéis de visitar su apartado de 'transparencia' en el que se
recogen los valores y el código ético de Intress. Una detenida lectura nos
inundaría los ojos de lágrimas de risa, sino fuera porque tanto los
menores del COA como sus educadores somos los que padecemos la
gestión de Intress.
Y
así sigue Intress, cual Narciso mirándose reflejada en sus redes
sociales. Está profundamente prendada y enamorada de esa ONG guapa,
alta, rubia con ojos azules y sonrisa vitaldent que se refleja. Pase
que no se enteren en 2016 de la dificultad de controlar la
información en internet, pero que a estas alturas de la película no
sepan como terminó Narciso en su leyenda, manda narices.
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