Sumar juntos, pero con cabeza y autocrítica

Autor foto: Antoni Coll Lázaro

El pasado miércoles, 15 de febrero, Joaquín Santos, Director Gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), compareció en Cortes de Aragón a propuesta de Mariví Broto, Consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, al objeto de informar sobre las medidas adoptadas por el IASS en materia de atención a la infancia y adolescencia. En esta entrada vamos a exponer nuestra opinión al respecto y nuestro compromiso ante una oportunidad única en Aragón para cambiar el deficiente sistema de protección a menores. En este enlace se puede ver la comparecencia entera y en este otro elegir las intervenciones a visionar.

Respecto al COA, Santos manifestó que “para recuperar la normalidad del proceso educativo en el COA, donde se viene produciendo un largo conflicto laboral”, entre otras medidas se encargó una “evaluación integral de funcionamiento a un equipo de funcionarios de larga trayectoria en el sistema y de diferentes formaciones profesionales”. La principal conclusión de dicha evaluación fue: “La inviabilidad futura del centro en su configuración actual”.

Sobre este último párrafo queremos precisar nuestra frustración y dolor de que Santos continúe utilizando el adjetivo “laboral” para el COA, calificativo que jamás usó la consejera Broto siendo oposición como se puede comprobar en el compromiso que firmó con nuestro colectivo cuatro días antes de las elecciones del 24 de mayo de 2015. También observamos cierta falta de autocrítica sobre cómo abordó el conflicto desde su nombramiento, pero solo es una opinión. Por nuestra parte, sí que reconocemos que nosotros nos hemos equivocado en ocasiones a lo largo de más de dos años y sobretodo hemos utilizado una comunicación con un lenguaje vehemente y grueso, que sin faltar el respeto, es posible haya sido hiriente para algunos profesionales del Sistema de Protección de Menores de Aragón. Si ha sido así, pedimos disculpas.

Respecto a la evaluación del COA que se gestó a comienzos de verano, indicar que nuestro colectivo llevaba desde principios de 2016 comunicando por registro a consejería todas aquellas deficiencias técnicas como laborales del centro, documentos que jamás hemos hecho públicos por respeto principalmente a los menores. Cuando dichos profesionales presentaron la evaluación en el centro en septiembre todo el personal del COA (educadores, administración, cocina, limpieza, consejería, seguridad...) agradeció la medida y creímos en su independencia.

En cuanto a la conclusión final de la evaluación, este colectivo la comparte totalmente. Y aunque no hemos solicitado que dicha evaluación sea pública, sí que nos gustaría ampliar mínimamente la información dada por Santos para contextualizar con corrección. Dicha evaluación ha centrado el origen del desbarajuste del COA cuando se inició su proceso de externalización. Así que todos los agentes que hemos participado durante todos estos años hemos sido responsables de una precarización de este servicio a los menores. Pero cada uno debemos asumir nuestra cuota de responsabilidad, empezando por los gobernantes políticos y entidades privadas que primaron la variable económica en lugar de la atención al menor. Y por nuestra parte, nuestro colectivo lamenta haber vencido con tal tardanza el miedo de enfrentarnos ante los gobernantes políticos y las entidades privadas para denunciar el cambalache en que se había convertido el sistema de protección de menores en Aragón.

En Cortes, Santos tras dicha conclusión informó de dos compromisos del IASS al respecto. El primero de ellos es: “El restablecimiento de una adecuada convivencia educativa por parte de los diferentes agentes intervinientes en la gestión del centro de forma que el conflicto laboral no afecte a las tareas educativas”. Aún siguiendo negando la mayor del adjetivo “laboral”, estamos convencidos de que los representantes de los educadores van a tratar con todo su empeño de que así sea. Pero también queremos ser sinceros, el comité de empresa anunció recientemente que una de las grandes dificultades que encuentra para este restablecimiento es la figura de la actual directora técnica, profesional de total y máxima confianza por parte de la entidad gestora Intress. Pese a ello, confiamos en que los representantes de los educadores alcancen el objetivo marcado por el IASS al tiempo que no reblen en denunciar todas aquellas irregularidades laborales como es su obligación. También confiamos en que Intress dé un giro importante a la política empresarial realizada desde su llegada al COA, aún está a tiempo de rectificar graves errores.

El otro compromiso anunciado por Santos fue: “La necesidad de realizar y organizar una nueva organización de los servicios y centros de observación y acogida a menores tanto para adaptar a las nuevas necesidades que van apareciendo en materia de protección, como a la nueva normativa legal, tarea que hemos entendido debemos realizar teniendo en cuenta las reflexiones que se produzcan en el marco de la mesa técnica en compromiso del cumplimiento de una proposición no de ley aprobada por unanimidad en este parlamento”. Llegados a este punto vamos a refrescar un poco la memoria y al menos trasladar nuestro reconocimiento a los precursores políticos de la mesa técnica del Sistema de Atención a la Infancia y Adolescencia en Aragón (SAIA).

Esta mesa nace de una Proposición No de Ley (PNL) presentada en rueda de prensa por IU Aragón el 11 febrero 2016 y apoyada incondicionalmente por nuestro colectivo. Dicha PNL fue aprobada por unanimidad el 3 de marzo de 2016 en las Cortes de Aragón. Dicha unanimidad, así como el reconocimiento en cierta medida de todos los partidos políticos en la última comparecencia de Santos, nos lleva a pensar que todas las formaciones se comprometerán con su viabilidad económica dejando fuera a los menores en protección de negociaciones políticas y presupuestarias que superan nuestros conocimientos. Es su responsabilidad y si no lo hacen, estarán fallando y engañando a los menores con palabras huecas.

Santos esbozó, con un buen envoltorio y reconociendo el trabajo de su profesionales técnicos, las líneas generales de su propuesta. Es precipitado hacer análisis detallados de ello, pero sí que queremos incidir en una frase que para nosotros debe ser nexo de unión para todos los profesionales. El director del IASS apostó por: “La incorporación en estos procesos del Derecho de los menores a ser oídos y a participar activamente sobre los asuntos que les conciernen, entendemos que la participación de los menores implica una formación específica de los profesionales, una modificación de los procedimientos incluyendo momentos en los que su participación tenga efectos reales en el mismo y asimismo implica revisar el funcionamiento de nuestros centros para que la participación en la vida residencial sea un hecho”.

Entre otras pinceladas, también destacamos estas trasladadas por Santos: Mayor especialización profesional, intervención educativa familiar, equipo especializado en abuso sexual e infantil, imprescindible un trabajo coordinado con otras administraciones públicas que actúen en el marco de la infancia y la adolescencia (Ayuntamiento Zaragoza, Fiscalía de Menores, Justicia, Educación, Salud Mental, Oficina y Brigada de Extranjería, Foro de la Inmigración...), programa de emancipación para extutelados... Hay dudas para saber dónde encajarán asuntos tan sensibles como la prostitución infantil, pero suponemos que cada cosa a su debido tiempo.

También tenemos en cuenta la reflexión sobre la pobreza infantil, aunque pensamos que debe ser prioritaria e incidir más en ello. Está bien remodelar el sistema de protección de menores, pero no es menos obvio que el objetivo primigenio es que existan los menos casos de niños en protección posibles y siempre amparados en sus derechos reconocidos nacional e internacionalmente. La máquina del dinero y la avaricia humana no tiene freno y cronificar, así como aumentar la pobreza es un caramelo muy goloso para los mercaderes. En este sentido, Santos aludió al Ingreso Laboral de Inserción y la Ley de Renta Social Básica. Siendo opciones válidas, solicitamos mayor esfuerzo todavía si cabe en la familias en riesgo de exclusión que a buen seguro redundará en los menores.

En cuanto a la propuesta de organización de la Mesa SAIA, nos gusta y entendemos la aclaración que delimita la responsabilidad de cada participante: “Las estructuras de participación social y ciudadana pueden permitir incorporar en la planificación elementos de la realidad necesarios para el ajuste de las estructuras y recursos de atención, y pueden ayudar a prever situaciones sociales cambiantes y problemas emergentes; sin embargo, estas estructuras no pueden sustituir a aquellas que forman los profesionales especializados en las distintas áreas de gestión y que permiten realizar un planificación técnica óptima de estructuras y recursos.  El reto pues es que las dos líneas confluyan en una mesa de trabajo que permita elaborar unas líneas estratégicas básicas y unas acciones específicas, realistas, aplicables y evaluables”.

La mínima inquietud que tenemos es que entendemos que en ese “mapeo” de agentes que manifestó Santos se encuentren también los profesionales de sistema de protección de menores externalizados, que en ocasiones probablemente pueden diferir de los objetivos y opiniones de las entidades privadas de las que dependen laboralmente.

Tras esta larga reflexión, creemos que ha llegado el momento de remar todos juntos y no fallar a los menores. Aragón tiene una oportunidad única de iniciar una corriente de cambio en el Sistema de Protección de Menores nacional, por ejemplo adelanta a Cataluña que a comienzos de este mes aprobó en su parlamento revisar el cuestionado sistema de protección a la infancia o Cantabría que anunció hace poco la reestructuración de la red de acogimiento residencial de menores.

Nuestra posición como colectivo es clara: Queremos sumar. Primero por los menores en protección. Y segundo por el enorme precio personal que muchas/os compañeras/os, algunas/os fuera ya del COA, han pagado durante estos más de dos años de lucha. Todo ello no tendría sentido sin nuestro ofrecimiento ante una oportunidad única.